¿Qué es Fundamenta Mundi?

Es un registro libre del material que lee, escucha, ve, consume un estudiante de física como yo, que al iniciar la carrera tenía ciertas aspiraciones, pero al transcurrir los cursos de matemáticas, física, salpicados con un muy poco de historia y filosofía, y un demasiado de tutorías de cómo escribir, hacer un currículum, una carta compromiso, y todo eso que la moda llama “habilidades blandas”, que más distraen que dejan algo útil, se da cuenta que tal vez su vocación, eso que le llama más la atención y en lo que le gustaría profundizar es la física fundamental.

¿Qué carajos es la física fundamental?

Al inicio de mi educación universitaria, un profesor alguna vez, dirigiéndose a mi grupo, preguntó “¿cuál es la diferencia entre un físico experimental y un físico teórico?” y después de que algunos compañeros intentaran explicar lo obvio “uno hace experimentos, el otro no”, el maestro, sin mediar palabra, se giró hacia el pintarrón y dibujó un par de traseros. Sí, dos traseros humanos, uno plano y el otro redondeado. Y nos informó: “el teórico es éste, el plano, el otro, el experimental”. Así, con tan profundamente filosófica guía vocacional, entre las risas mías y de mis compañeros, supe que quería tener el trasero plano, quería ser físico teórico.

Claro, para entonces ya era consciente de que a pesar de mis buenos recuerdos de las prácticas de laboratorio de biología, química, física, incluso cerámica, de mi formación preuniversitaria, yo no era el que dominaba ni las técnicas ni las herramientas, ni siquiera domino mi pulso ahora mismo. Siempre había alguien en mi equipo que era quien hacía todo eso mejor: podía sujetar sin temblar el bisturí y abrir sin matar a la rana; podía manipular vasos de precipitado, pipetas, matraces sin derramar ni una gota de líquido; tenía esa vista de águila que podía ver en el vernier o el micrómetro en qué marca estaba la medición, ya no digamos hacerlos deslizar o girar sin perder el ajuste debido a su mal pulso. En fin, las herramientas y yo no somos amigos, y mi pulso mucho menos.

Entonces la elección era obvia, pero la ingenuidad, inexperiencia y que en realidad no pensaba mucho en ello hicieron que no la tomara sino hasta que el mundo me presentó ese par de traseros. Bien, sería teórico, pero ¿teórico de qué? Ya antes me gustaba la astronomía, y eso creía muy influenciado por el genial Carl Sagan y su serie Cosmos, así que pensé “astrofisica; a lo sumo tendré que ir un par de veces a un telescopio (porque tampoco soy amigo de los telescopios, me cuesta el ajuste, que si azimutal, que si ecuatorial, que si gira aquí que si gira allá y entre que lo pienso y tiemblo todo se arruina, adiós estrella, planeta, o lo que sea, ya no estás en foco ni lo estarás). Luego tomé un curso optativo encaminado a ello pero me hablaron de luminosidades, intensidades, cúmulos, distancias, y no me atrapó, hasta me decepcionó un poco. Llegó el momento del curso obligatorio de relatividad y aunque no me pareció especial (ni general, «chiste»), le tomé cierto respeto, así que me inscribí al optativo, que continuaba ahí donde el obligatorio se quedaba, y confirmé que no me desagradaba.

Pero la forma final de mi decisión la comencé a vislumbrar de verdad cuando me matriculé en el curso optativo de física de partículas elementales. Bloques pequeños irreductibles de los que está formada la realidad. Aprendí lo básico, ciertas clasificaciones y reglas que siguen las partículas y algo en mí despertó, se desperezó lentamente, perezosamente, pero ahí estaba finalmente: me gustaba eso en la física que describe, estudia, lo más básico del Universo.

Ya dime qué #*&@þ$ es la física fundamental

A diferencia de la física aplicada, es la búsqueda de conocimiento por el solo placer de conocer, buscando respuestas a preguntas como ¿cuáles son los constituyentes básicos de la realidad? ¿Cómo interactúan entre ellos? ¿Cuáles son las leyes fundamentales de la naturaleza? En otras palabras, la física fundamental busca las reglas que describen cómo materia, energía, espacio y tiempo interactúan al nivel más básico posible.

Las ramas de la física que más se acercan a los objetivos de esta empresa son la física de partículas, al estudiar los constituyentes más pequeños de la materia; la mecánica cuántica, al describir la naturaleza probabilística de la realidad en la escala microscópica, y la relatividad, al describir la física a velocidades cercanas a la de la luz, explicar la gravedad como la curvatura del espacio-tiempo y describir los fenómenos físicos a escalas macroscópicas.

¿Y qué tiene todo eso que ver con Fundamenta Mundi?

En latín fundamenta es el plural de fundamento, es decir, fundamentos, y mundi es el genitivo de mundo, es decir, del mundo. Así Fundamenta Mundi en latín significa Los fundamentos del mundo, que es lo que la física fundamental busca, lo más básico y elemental del Universo. Y, aunque no lo menciono mucho, a veces acompaño ese título con la frase Los cimientos del Cosmos, por lo que sería el subtítulo, eslogan o lema (tagline, dicen los adeptados a un pobre vocabulario en español), frase que complementa y clarifica el título.

¿Qué puedo esperar de este microblog?

Lo que podrías esperar de cualquier plataforma de microblogueo como X, Mastodon o Bluesky: en su mayoría, publicaciones cortas acompañadas de algún enlace hacia un sitio que se explaye en el tema, y, ocasionalmente, alguna publicación más elaborada.

Recuerda que este espacio es más un registro que un intento de explicar complejas formulaciones físicas sobre la naturaleza del Cosmos y precisamente por eso elegí el formato del microblog. Así, aquí encontrarás principalmente enlaces a artículos, libros, videos, películas relacionados con la física fundamental y que yo haya consumido o esté consumiendo, siempre con algún párrafo que crea yo que explica la esencia del material en cuestión.

¿Y no sería más fácil que hicieras esto en tu cuenta de Twitter?

Tal vez, pero Twitter, ahora X, es un espacio compartido, con reglas rígidas y con plantillas preestablecidos que yo no puedo modificar. Micro.blog, en cambio, me ofrece la oportunidad de controlar la experiencia, de agregarle las páginas extra que guste y libertad de tratar temas que tal vez censurarían en esas redes centralizadas. Y si eres alguien con cierto conocimiento y aprecio por el libre flujo de información, comprenderás que me atraiga la integración de Micro.blog con el Fediverso. Así es, puedes seguir y comentar las publicaciones de este blog desde cualquiera de tus cuentas en Mastodon, Micro.blog o incluso Bluesky. Y para aquéllos más clásicos, todas se reproducen en cuentas de Fundamenta (nombre corto para referirme a este proyecto) en Twitter/X, Bluesky y Mastodon, para que tengas la libertad de seguirlas de la forma que mejor se acomode a tus hábitos de consumo. Y sin olvidar el RSS, para que ni siquiera tengas que abir cuenta de ningún tipo, sólo tomas tu gestor de fuentes (feeds) y ahí mismo podrás leer Fundamenta.

Pero ¿cuáles son esas cuentas y esos feeds?

Bien, en fundamenta.science podrás encontrar el nodo principal de todas las cuentas del proyecto, aunque también lo hice simple para quien no quiera ir al nodo:

¿Sencillo, verdad? Pues también tienes la opción de subdominios, por ejemplo:

mastodon.fundamenta.science tiene el mismo efecto que fundamenta.science/mastodon y la misma lógica siguen X y Bluesky.

Las fuentes (feeds) RSS están disponibles en esta página tanto para todas las publicaciones como para cada categoría de las listada en el archivo. Así tu decides si quieres leer todo o sólo lo de relatividad o de partículas o cosmología o el tema que más te atraiga.

Por último, las direcciones de los dos blogs (sí, son dos):

¿Femtoblog? ¿Qué demonios es eso?

Al abrir este microblog ni yo sabía que acabaría teniendo un femtoblog. Éste es básicamente una colección de estados como en WhatsApp y otras redes, es decir, son mensajes aun más cortos que los de un microblog y más informales, por lo que me pareció buena idea tenerlo un poco aparte del sitio principal aunque lo complementa. Tiene su propia cuenta Mastodon que puedes seguir, y puedes comentar cada estado a través de esa instancia, pero teniendo presente que ahí todo es automatizado y no garantizo responder comentarios a menos que me parezca que lo merecen en verdad.

En cuanto a temática, el femtoblog es variado: desde noticias de pequeños arreglos a la red Fundamenta hasta breves reflexiones sobre física, pasando por avisos de nuevas publicaciones en el microblog, sucesos de mi vida académica, y, tal vez, reportes en vivo de una que otra conferencia en la que me toque estar. El aviso de marquesina que ves al entar a fundamenta.micro.blog es el último o más reciente estado. En el menú, si eliges En vivo encontrarás los últimos 10 avisos reproducidos en el microblog.

A estas alturas ya sabrás por qué el prefijo femto-, si no, explico: si ese espacio iba a ser dedicado a publicaciones más breves que las del microblog, entonces debía llamarse nanoblog, pero en ninguna parte pude encontrar un servicio de nanoblogs ni de picoblogs, así que tuve que irme hasta los femtoblogs que igual reflejan bastante bien lo breve de sus comunicados.

¿Quién está detrás de todo este sinsentido?

Yo, a quien para fines más serios que este microblog puedes contactar a través de about.me/gerardo.f.

¿Aceptas donaciones?

Por supuesto, pero aún no tengo listo un sitio o cuenta para ello, ya informaré en el femtoblog cuando esté lista mi página en que aceptaré donaciones para comprarme una cerveza de raíz de vez en cuando.